Bonjour!!
Bueno, hoy dia del fin de mundo, creo que es buena idea publicar no?¿ Ya que, no hay nada mejor que leer un blog mientras caen metioritos desde el cielo XD. Bueno, no puedo escribir nada, puesto que es muy tarde y tengo sueño.
PD: Queria didicar este capitulo a esas dos amigas que te encuentran en la cabina telefonica y te salvan de una catastrofe (no entrar en casa durante todo lo que queda de dia).
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Nada mas haberse ido ella veo a Olive, Malus y a Olea
-Te estábamos buscando ¿Dónde te habías metido? Corre, coge
tu chaqueta y vámonos a casa, que mañana tenéis que madrugar.
Salimos del palacio y vamos al edificio de los juegos, nada
más llegar a la planta me separo de los demás y me meto dentro de la cama con
el traje y me pongo a pensar. ¿Quién era ella?
¿Por qué no me ha dicho su nombre entero? ¿Por qué se ha
ido? Sinceramente, no sabía nada, pero no sé cuándo me dormí. Me levanto
baldado en el suelo, me duele todo por dormir en mala postura, me quito la ropa
y presiono botones al azar, un chorro de agua fría me despierta, mientras un
montón de espuma con olor a pinos me relaja… Pinos… Había muchos en casa…
-No hay tiempo para deprimirse.- me digo a mí mismo y salgo
de la ducha, me visto con la ropa de ayer y voy a desayunar. Cuando entro en el
comedor están acabando casi todos.
-Ahora mismo te iba a ir a buscar.- me dice Olea con
alegría.- Estábamos hablando de como Malus y yo os patrocinamos ayer.
-Si, Olea tiene razón ç, yo te patrocine a ti y ella a
Olive.
-¿Dónde está Olive?- pregunto extrañado
-Está en su cuarto, lleva mucho tiempo hay, voy a avisarle
de que tenemos que ir yendo- le miro asombrado.- Chico, que te hayas levantado
tarde no es mi culpa.- Y se va moviendo la cadera rítmicamente.
-Al acabar baja tu solo, ya bajara Olive más tarde, cuando
salga.
Desayuno lo más rápido posible y bajo a la sala de los
entrenamientos. El día transcurre normalmente, los grupos se conservan. En el
día aprendo a manejar los cuchillos, prefiero manejar dos armas porsiacaso no
consigo conseguir el hacha. Los vigilantes nos observan atentamente mientras
practicamos, no me figo nada en ellos, lo prefiero. Al llegar al piso no ceno
ni nada, no tengo ganas de nada. Me quito la ropa, me meto en la cama y me
pongo a llorar.
Me despierto temprano, el sol está empezando a asomar por
las colinas del Capitolio. Me levanto y me desperezo, me miro al espejo. Tengo
los ojos rojos e hinchados, estoy horroroso. Me ducho, me visto con ropa limpia
y salgo del cuarto. Hoy nos darán la puntuación. Cuando llego dos avox están acabando
de poner la mesa, me siento y desayuno dos bollos, tres piezas de fruta y tres
cuencos de chocolate caliente con galletas de canela. Al acabar me dirijo al cuarto y me tumbo en
la cama.
Estoy en mi distrito, rodeado de pinos y abetos, estoy con
mi mejor amigo bañándonos en el lago de detrás de la colina. No sabemos nadar,
lo que hacemos es chapotear. De repente, el cielo se oscurece, miramos arriba y
un aerodeslizador surca los cielos, una lanza metálica cruza a Robín y una red
me atrapa.
Me despierto gritando a todo pulmón. Estoy empapado de
sudor.
-¡Peter, Peter! ¿Estás bien? ¡¡¡PETER!!!- me grita Olea
desde el otro lado de la puerta, me levanto y abro la puerta.- rápido, tenemos
que ir bajando.
Antes de comer entrenamos un poco, y luego nos llaman para
nuestras sesiones privadas con los Vigilantes. Distrito a distrito empiezan a
llamarnos, primero el chico y luego la chica. Según pasa el tiempo nos vamos quedando
solos. Me llaman y salgo.
Me acerco a las hachas y cojo tres de metal. Miro a los Vigilantes
para ver si me miran, me fijo en el más gobén, o mejor dicho la más gobén. Tiene
el pelo castaño, con ojos claros, se parece a M pero sin la mascar. Me fijo
más, y levanta la mano disimuladamente y me saluda, nadie lo ve.
M
¿¿M?? SI, es M, su pelo, sus ojos, sus labios, es ella, sin
dudarlo. Me quedo paralizado ¿Era una Vigilante? ¿Por qué no me lo dijo? ¿Y si
solo me utilizo? ¿Y si no significo nada para ella? Mi mente es un remolino de
preguntas sin respuestas.
-Puede empezar señor Peter- me dice el Vigilante más alto de
todos.
-S…Si, claro, claro- no puedo dejar de preguntarme cosas.
Me dirijo hacia un maniquí e intento concentrarme en la cabeza.
Pero no lo condigo, y al lanzar el hacha lo único que consigo es clavárselo en
el brazo. Oigo unas risas sonoras. Puedo otra vez, esa vez ni siquiera toco el
maniquí. Las risas se hacen más fuertes. Tiro el último hacha y se la clavó en
las costillas.
-Ya te puedes ir Peter.- salgo corriendo del gimnasio y me
meto en el ascensor, prieto (mejor dicho, pego) el botón 7 y espero, nada más
pisar el piso me encuentro de frente con Malus.
-¿Qué tal?- se figa más en mi cara- Ha… Mal ¿No? Bueno,
tampoco tenía esperanzas para ti.
Me pongo hecho una furia, le empujo contra la pared y me
dirijo a mi habitación.
Holaaa, soy la del blog de Asi lo ve Effie, sigo tu blog, escribes bien y la historia esta empeando a enganchar pero revisa los capitulos antes de publicarlos, porque te comes palabras o tienes faltillas de ortografia. Nada más por lo demás genial :) un beso!
ResponderEliminarSi, desde tu ultimo comentario he intentado revisar los fallos, pero mi punto devil desde siempre a sido la ortografia, intentare mejorar, aver si consigo tener menos fallos. Muchas gracias!!
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