miércoles, 31 de julio de 2013

 Holaaa

 Me muero de las prisas. Sé que no son horas para publicar, ni tan siguiera para avisaros de que me voy y que hemos decidido dejar algunos a medias para dejaros con la intriga como en los viejos tiempos. Pero saber que seguiremos. Ya os lo explicaré con más calma.

Os queremos...

Olive:
 
Me miro las manos horrorizada ¿qué he hecho? ¿Qué acabo de hacer? Retrocedo poco a poco y me caigo al suelo. Me quedo a la altura de la cabeza de Peter, separada ahora de su cabeza y rodeada por un charco de sangre oscura.
No puedo reprimir el grito, sale solo de mi garganta y antes de que pueda pararlo resuena por toda la isla haciendo que me asuste de mí misma, del dolor que irradia. No ha sido nada más que una muerte. Otra a la que sumar a la del chico de antes, a Grete y más. Pero… esto es diferente, ahora me arrepiento de lo que he hecho a contrario de las otras veces.
Me quedo un rato ahí plantada, pensando en lo que he hecho, en cómo me siento y en como intentar solucionarlo. Pero ya sé que es imposible. Quitarle la vida a alguien es fácil, pero devolvérsela es imposible.
Me levanto a duras penas cuando me doy cuenta de que deben de estar esperando a que me mueva para poder retirar el cadáver y decido moverme de allí para que se puedan llevar el cuerpo a su casa. A nuestro Distrito. Para que allí lo entierren con una rama del árbol que le asignaron cuando nació y llorarán sus penas.
Decido dejar de pensar en ello y me meto en las aguas cristalinas y para mantenerme entretenida un rato nado, pero al ver que eso no sirve me pongo a pensar cuántos quedamos y quiénes son aunque sin éxito alguno ya que el cañonazo de su muerte me retumba en la mente sin descanso recordándome lo que he hecho.
Al final acabo divisando la cornucopia, estar tan absorta en mis pensamientos ha hecho que se me pase el tiempo volando. Decido ir allí para hablar con los demás y contarlo lo sucedido con Tigru y Peter. Cuando me acerco miro extrañada que parecen estar discutiendo algo. Camino hacia ellos con paso seguro y cuando llego dice Gadur con aire de superioridad:
-          Hablando del rey de roma…
-          Tengo muchas cosas que contaros, sobre lo que ha pasado. Veréis…
-          No hace falta. –me corta Hanni acercándose a mí.- ¿Sabes? No es tan difícil atar cabos. Sabes todo.
-          ¿A qué te refieres? –digo separándome de ella, se ha acercado demasiado para mi gusto.
-          No somos tontos, sabemos que mataste a Zafir y Tigru. –dice con una malévola sonrisa en la cara.
-          ¿Yo? ¡No ya os dije que fue…
-          Sí, Peter. Otra vez la misma historia. –dice Zelach detrás de mí.
-          No somos tan tontos como para creernos que un niñato del 7 se va a atreven a venir a la cornucopia para mataros.
-          ¡No vino a matarnos, sino a por co…
-          Además ¿Cómo nos vamos a tragar que un crio como él haya podido matar a esos dos? Por si no lo sabes nos llaman los profesionales. Nos entrenamos para los juegos durante años, somos difíciles de matar como para que él mate a dos. ¡Y da la casualidad que estando siempre contigo! ¿No?- me dice Rosee.
-          Sí, ¡qué raro! - Miro a mi alrededor horrorizada: me han rodeado y no tengo escapatoria.
-          No, os lo juro. Fue Peter, por eso lo he matado.
-          ¿Sabes? Mentir está muy mal, incluso se puede castigar con la pena de muerte. –me susurra Gadur antes de que me agarre del cuello con las dos manos y me eleve del suelo. Antes de que todo se vuelva oscuro consigo susurrar su nombre.
-          Peter…

M:
Noto como las lágrimas se desbordan sin control sobre mis mejillas. No quiero llorar, no debo llorar. Si alguien me ve… no sé lo que podría pasar. Me meto en el baño a toda prisa, cierro con petillo y me recuestro contra la puerta. ¿Cómo ha podido pasarme esto? ¿Por qué Peter y no otro? Creía que podía ganar, que podríamos ser felices juntos…  Pero no. Me resulta imposible de creer que haya muerto.
Odio a Olive. Odio al Capitolio por obligar a que tengan que matarse entre sí. Odio a mi padre por fomentar los Juegos y participar en ellos.
De repente necesito salir de aquí, necesito respirar aire fresco y  “limpio”. Para no volver. Cojo una de las mochilas que tengo y la lleno de comida, libros, ropa y un mapa de mi padre de todo Panem. Le dejo una pequeña nota a mi padre para que sepa que ya no me tiene, que por primera vez soy libre.
“Libre como un Sinsajo”
Salgo en silencio para que nadie me escuche. No quiero que mi padre sepa que me he ido hasta que vea la nota así que cuando llego la puerta cojo las lleves para que no sospeche. Cuando salgo a la calle el cálido viento me azota la cara y camino hacia el parque intentando no pensar en lo que acabo de hacer. Voy a vengar a Peter, me cueste lo que me cueste.
Al llegar al bosque no me extraña no encontrarme con nadie así que decido avisarle a través de una nota “Tigru, me voy para no volver. Siento dejarte así, pero no puedo quedarme aquí. Att: libre como un Sinsajo.” La meto dentro de un libro y lo dejo encima del banco en el que siempre nos sentamos para charlar.
Salgo y camino con seguridad evitando las lágrimas caer hacia el metro. A llegado la hora para cambiar de una vez de vida. Gracias al mapa sé colocar el Distrito 13 y más o menos me hago una ruta mental para saber por donde ir. Una de las ventajas de ser la hija de un Vijilante es que te enteras de todo lo que pasa en Panem y… CONTINUARÁ

Gadur:
Un grito me despierta de mi agitado sueño. Un grito agudo y alarmante que me indica que estamos en peligro. Me levanto rápidamente con el tridente en mano y no tardo en ver el cuerpo sin vida de Zelach un segundo después de que suene el cañonazo y lo entiendo todo.
Chipp ha decidido seguir por su cuenta y su plan era matarnos a todos los profesionales mientras dormíamos. Está bien que solo quedemos nosotros y Tauro... CONTINUARÁ

jueves, 18 de julio de 2013

Capítulo ∞


POR FIIIIIIN

  Después de tanto tiempo sin publicar supongo que no lo leerá mucha gente, pero este es el capítulo:

Me despierto con el cuerpo entumecido por el frio. Es de noche y una luna llena inunda el mar dándole un extraño brillo dorado. Miro a mi alrededor todavía atontado por el golpe y veo que estoy en una pequeña isla con una palmera.

Poco a poco los recuerdos empiezan a inundar mi mente. El tsunami. No creo que haya sido la única víctima de los Vigilantes. Miro un poco más allá y consigo ver un cuerno dorado en la lejanía. La cornucopia. Si estoy tan cerca de ella seguro que los tributos profesionales andan cerca aunque como es de noche seguro que se han ido de caza.

Intento encontrar en la oscuridad mi mochila pero no encuentro nada. Con el tsunami se me debió de caer y perder; así que ahora con el hambre que tengo no puedo comer nada. Al no ser que robe algo… Miro dubitativo la cornucopia y decido ir hacia ella.

Me meto en la gélida agua y nado en silencio entrando en calor poco a poco por el ejercicio. Cuando llego a la cornucopia veo que solo están dos personas: Tigru y Olive. Se ve que están discutiendo muy fuerte ya que gesticulan con las manos exageradamente. En silencio me acerco un poco y me escondo detrás de una roca.

Me asomo un poco y analizo la situación: en medio de la isla hay una hoguera no muy grande y a su alrededor están Olive y Tigru discutiendo. Dentro de la cornucopia hay una montaña enorme de suministros que necesito. Miro con detenimiento a la entrada y veo que tiene una red esparcida por todo el suelo medio tapada por la arena. Una trampa.

Pienso rápidamente en un plan, los dos discutiendo parecen poco atentos así que si intento escalar la cornucopia y saltar al otro lado sin que se enteren…

Decido ponerlo en marcha y me dirijo a la cornucopia, me quito los zapatos y los calcetines para poder escalarla mejor y empiezo a hacerlo. De vez en cuando me paro y miro hacia donde están ellos absortos en su discusión. Poco a poco llego a la entrada y consigo saltar dentro sin que se enteren.
Busco preocupado una mochila grande y la lleno con botellas de agua llenas y comida de todo tipo. También por si acaso cojo un paquete de cerillas y un hacha. No podría haber salido mejor. Intento salir pero me encuentro con que la pelea a acabado y Tigru se dirige despistadamente hacia la cornucopia murmurando cosas inteligibles.

Si me ve aquí no tardará en matarme y si no lo hace ahora que ha acabado la discusión será casi imposible escapar de aquí así que solo me queda… Atacar.

Me escondo en silencio detrás de la montaña de comida y espero a escuchar pasos. Oigo como desactiva la trampa y se mete dentro acercándose poco a poco a mi posición.

Cuando salgo de mi escondite su cara lo dice todo; no se esperaba encontrarse a nadie dentro y no tenía a mano ningún arma. La muerte es rápida y no le da tiempo a reaccionar. Su cabeza rueda por el suelo como un bolo en una bolera. El cañonazo alerta a Olive.

-Tigru, ¿has oído eso? – Dice con alegre.- uno menos.

Si no salgo de aquí pronto me encontrará y Olive es mucho peor que Tigru ya que se sabe todas mis estrategias y puntos débiles.

-¿Tigru? ¿Te pasa algo? 

Salgo corriendo de la cornucopia cuando ella está entrado y aprovechó su sorpresa para intentar clavarle el hacha en el abdomen; pero ella actúa rápido y lo único que le hago es un corte no muy profundo.

-¡¡¡TÚ!!!- me mira con odio y se lanza sobre mí.

Actúo rápido y me aparto a tiempo. Antes de que ataque de nuevo corro en dirección opuesta a la cornucopia y cruzo la isla. Llego al agua justo cuando ella coge sus hachas y empieza a correr hacia mí.

Nado todo lo rápido que me permiten mis brazos y me paro de vez en cuando para intentar escuchar el chapoteo que me afirma que Olive se acerca hacia mí nadando. Como no escucho nada sigo nadando tranquilamente hasta que llego a una isla cuando ya ha amanecido.

Estoy tan hambriento y cansado que ni me preocupo por esconderme, me siento en la arena y me como una buena ración de fruta desecada. También me hidrato bebiendo una botella de agua de dos litros.

He conseguido llegar sano y salvo pero no por mucho tiempo ya que seguramente Olive me buscará y encontrará. Decido alejarme de la playa y adentrarme en la densa selva. Camino con la hacha en mano y con el miedo palpitando en mis sienes, todavía tengo la cabeza un poco embotada y no podré reaccionar muy rápido si lo necesito. Decido sentarme a descansar un poco y lo hago entre dos robusta raíces. No tardo en quedarme dormido.

Un crujido me despierta y me saca de mis sueños. ¡Crack! Otro crujido. Me quedo quieto mirando a mí alrededor, es de noche y no distingo bien las formas. Escucho un zumbido y por instinto me agacho; el cuchillo se clava en el tronco.

Sin esperar ni un segundo me levanto y hecho a correr con todas mis fuerzas en dirección a la playa, no me puedo permitir morir. Ahora que he salido vivo del tsunami y de Olive tantas veces no.
Salgo corriendo y me aparto justo antes de que el segundo cuchillo que me tendría que dar en la clavícula me roce el hombro. Me giro rápido y analizo la situación: un chico joven, de unos trece años corre con seguridad hacia mí con una docena de cuchillos entre las manos. Corro sin pensármelo dos veces y uno me da en el brazo. Sigo corriendo y cuando creo que le llevo ventaja me subo a un árbol rápidamente.

Veo que sigue un poco y se para en seco. Empieza a mirar a su alrededor alterado. De repente aparece Olive corriendo hacia él y antes de que pueda reaccionar le empuja con fuerza contra el suelo. El chico cae y se da un golpe muy fuerte contra una roca. Veo como la sangre empieza a chorrear.
-Por tu culpa he perdido su rastro. –dice Olive.- Lo tenía a tiro, indefenso. Pero no, claro. Tienes que aparecer tú y joderme todo el plan. Muérete. –veo como le pega una patada en la herida haciendo que se le habrá el cráneo y que todo a su alrededor se inunde de sangre.
Suena un cañazo en su honor.

Me miro el brazo con cuidado y me arranco el cuchillo con delicadeza sin poder reprimir un pequeño quejido. Me corto un trozo de mi traje y rodeo la herida con él. Veo como Olive se aleja caminando y yo decido hacer lo mismo en dirección opuesta.

Ya me tenía controlado, pero ¿por qué no me ha matado? No entiendo nada pero sigo caminando y llego a la playa. Veo allí una canoa para un solo ocupante que seguramente será de Olive. Si quiero salir de esta isla antes de que Olive me encuentre no me iría mal.

Corro hacia ella y empiezo a empujarla con toda la fuerza de la que soy capaz hacia el agua. Cuando estoy a punto de sumergirla en el mar un cuchillo se clava justo al lado de mi mano. Me giro de repente y la veo allí, con el pelo corto y medio chamuscado ondeando al viento.

No parece la misma Olive que yo conocía, ahora que la veo tan cerca de mí veo que ha perdido completamente el juicio. Corre hacia mí con una sádica sonrisa grabada en su rostro y antes de que pueda reaccionar la tengo encima. Me tira al suelo y me inmoviliza.

-¡Por fin! –grita triunfal.

La miro con el horror reflejado en mi cara y sin saber muy bien qué hacer le escupo a la cara. Veo que afloja un poco las piernas y la tiro hacia atrás.

-¡Maldito! –grita y se vuelve a abalanzar contra mí con el hacha en alto.

La esquivo a duras penas e intento huir hacia la selva pero me tira contra la arena.

-Esta vez no te dejaré huir. –coge el hacha y me la intenta clavar pero ruedo y corro de nuevo hacia la selva con energías renovadas gracias a la adrenalina del momento.

-¡HE DICHO QUE NO! –me lanza un cuchillo a la espalda que se me clava sin mucha precisión. Grito de dolor.

-¿Qué te he hecho para que me odies tanto? –le grito con las lágrimas a punto de desbordárseme por las mejillas. Ha llegado mi hora.

-¿No te acuerdas? –me pone un pie en el pecho y me aprieta contra el suelo haciendo que el cuchillo se me clave más. La sangre inunda mi boca y la expulso con asco.- Me gustabas Peter. Me gustabas desde pequeña, éramos mejores amigos. Hasta que pasó. –suelta una risita nerviosa y coge el hacha con firmeza.

-¿Qué paso? –digo con la boca llena de sangre.

-Que te intenté besar. Y me rechazaste. Eso no te lo voy a perdonar nunca.

Una pequeña vocecilla me recuerda lo ocurrido. Era un día lluvioso de verano y estábamos comiendo tarta bajo un árbol, entonces ella me intentó besar y yo me aparté. Me juró que algún día se vengaría. Y veo que es verdad.
 
-Adiós Peter. –me dice y levanta el hacha.

Lo último que oigo antes de morir es una risa malévola.

   Sí, Peter está muerto y como habréis adivinado el blog más o menos también. Lo siento mucho pero no le veo futuro al blog ya que después de haber estado tanto tiempo ausente no veo que vaya a seguir como lo hacía antes. Todo han sido cosas buenas, hemos aprobado todo tanto M como yo y cada uno ahora se ocupa de su propio blog, si sois tan amables de echarles un vistazo el de M es Un Mundo que no es lo que parece y el mío es Mis relatos varios. Los twitters también se dedicarán a estos blog exclusivamente.

Como me voy de vacaciones mañana mismo os doy hasta el 30 para preguntar todo lo que querías tanto sobre nosotros como sobre la historia. Ese mismo día publicaré una entrada especial diciendo quién ganó los juegos, qué paso con Olive y con M, etc. Gracias por leernos :D

No es un adiós, es un hasta siempre.